Por el camino correcto

Calmar el tráfico es una necesidad para todos los usuarios de la vía, en especial para los más débiles. El Ayuntamiento de Murcia limitará a 30 km/h la circulación en numerosas calles del casco urbano. 

Muchos años ya, que venimos abogando por las ciclocalles, término que aplicamos los ciclistas a este tipo de vías donde la convivencia entre los distintos medios de transporte es lo habitual y que potencia en especial a los medios más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

Holanda y Dinamarca fueron pioneros en los años 80 –cuanto tiempo ha pasado ya- en implantar este tipo de actuaciones. A finales de los 80 numerosos países europeos contaban ya con este tipo de áreas. En Holanda en 2002 las zonas 30 cubrían el 50% de las calles residenciales de todo el país.  Hoy la mayoría de ciudades europeas han convertido todo su viario, a excepción de las vías principales, en áreas 30.

No se trata tanto de prohibir, como de gestionar con eficacia el espacio público, favoreciendo una movilidad más racional, primando las modalidades menos agresivas, lo que no puede sino redundar en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

En un ya lejano 1996, se celebro en Estambul un Congreso Mundial, el segundo Habitad II, esta era la propuesta de la delegación española a través del Ministerio de la Vivienda “«…Para que se cubran las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, respecto a la habitabilidad de la ciudad, es aconsejable que se oriente el diseño, la gestión y el mantenimiento de los sistemas urbanos, de modo que se proteja la salud pública, se fomente el contacto, el intercambio y la comunicación…”.

Todas estas experiencias han demostrado de manera suficiente sus ventajas, tanto en la pacificación del tráfico, como en la mejora de la movilidad peatonal y ciclista. Nos alegramos de esta nueva orientación de nuestro ayuntamiento hacia este tipo de soluciones, que esperamos no sea una mera formalidad, y en verdad se profundice en esta dirección, si es así, nuestra más sincera enhorabuena.

Mariano Vicente, 7 diciembre 2012.