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lunes, 9 de junio de 2014

Camino de la Vera Cruz; segundo día





Si vas a Calatayud, no dejes de ir al mesón de la Dolores, nosotros cenamos muy bien tras uno de los días más duros de este viaje. Hemos recorrido 132 kilómetros con un desnivel acumulado de 1870 metros y no creáis que ha sido solo una subida, no, ha sido una etapa rompe piernas, con varios pequeños puertos, pero que se acumulan. Los hemos combatido con un buen almuerzo y después una comida como Dios manda. El calor, apenas soportable, nos ha hecho beber más de lo conveniente. El recorrido, muy bonito en general, pero me ha gustado especial mente la parte anterior a Borja y las hoces del Jalón ya cerca de Calatayud.

Esta nueva vía por asfalto nos está gustando mucho, es menos dramática que el sendero, pero igual de bonita y más llevadera, sin tantos desniveles y por supuesto mucho menos complicada de navegar. Haciendo las etapas un poco más cortas será una autentica delicia. Hasta el momento el asfalto ha estado en muy buenas condiciones, sin grandes dificultades de orientación y paisajes espectaculares. Tráfico apenas perceptible, aunque también es verdad que nos ha coincidido en sábado y domingo, pero no creo que los días laborables cambien mucho esta percepción.

En Calatayud, noche del domingo ocho de junio.   

sábado, 7 de junio de 2014

Camino de la Vera Cruz: nuestro primer día




Permítanme que les haga yo la foto. Esto nos dice una amable y hermosa mujer a las puertas del ayuntamiento de Pamplona. Preparamos las banderas de la Región de Murcia y las del ayuntamiento de Caravaca y posamos para ella. No una, sino varias fotos son las que nos hace, incluso una con mucha intuición y formato vertical para que saliera su ayuntamiento. Gracias señora.

El día se presenta despejado pero muy ventoso; enseguida se confirman nuestras sospechas, el viento nos va a castigar duro toda la jornada. Comenzamos con una buena subidita para ir calentado hasta el Alto del Perdón, luego, sería el sol el que se encargaría de ello.

En Puente la Reina nos esperan varios miembros del ayuntamiento que nos tienden magníficamente, nos hacemos unas fotos conmemorativas y plantamos la bandera de Caravaca en este feudo navarro, nos une el Camino de la Vera Cruz que todos deseamos se convierta en referente de peregrinación en España y el resto de Europa.  

A partir de aquí lo más sufrido será el viento; elemento que va mermando tus fuerzas de forma subliminal hasta agotarte, pero eso quizá no sea lo peor, es ese rozar constante por todo tu cuerpo, en especial por la cabeza, ese ruido tenaz en tus oídos que termina poniéndote los nervios a flor de piel. Y no cesa; desde que te subes a la bici hasta que te bajas de ella varias horas después.

Ya estamos en Tudela, una buena ducha, descansar un poquito y a tomarnos unos vinos. Mañana será una jornada dura, al desnivel habrá que sumarle otra vez el viento, que como hoy soplara duro del sur. Paciencia.

Algunas fotos (https://picasaweb.google.com/112109692808953413699/CaminoDeLaVeraCruzCarretera?authuser=0&feat=directlink)

jueves, 9 de mayo de 2013

Camino de la Vera Cruz - Día 2, martes 7 de mayo de 2013





Hoy comenzamos nuestra andadura en Villafranca en dirección al valle del Ebro, hasta alcanzar la mota izquierda del río, nos acompañará un tupido bosque de galería que no nos dejaran ver las aguas salvo en contados claros. Ciclar totalmente llano y sin dificultades salvo en determinado puntos donde las últimas riadas han destrozado la mota, lo que obliga a cruzarlos con la bici al hombro. Por la misma causa en algunos tramo el camino estaba bastante deslavado, habiendo desaparecido la arena del piso y quedando al descubierto los cantos rodados de que esta hecho.



Hemos obviado los pueblos de la margen derecha y desembocado directamente en Tudela. Nos hemos acercado al ayuntamiento a sellar nuestra credencial y cambiar impresiones con Maite Asín gerente de la red de Juderías de España y técnico de este ayuntamiento. Tras departir amigable con ella nos hemos despedido y visitado esta ciudad navarra y castellana en algún tiempo, capital de La Ribera navarra del Ebro, surgió a comienzos del siglo IX (802) en época musulmana llegando a ser reino de taifas. Reconquistada por los cristianos en 1119, fue lugar de convivencia de judíos, cristianos y musulmanes hasta principios del siglo XVI. En 1516 se expulsa a los mudéjares y su mezquita mayor se convierte en la parroquia de San Juan Bautista.



Tierra de sotos, minifundios de hermosas huertas, donde se crían afamados cogollos, y no peores espárragos y alcachofas. Y alubias de merecido merito. 


Salimos de Tudela por la vía verde del Tarazonica, que recorre los municipios navarros de Tudela, Cascante, Tulebras y Barillas y los aragoneses de Malón, Novallas, Vierlas y Tarazona. Sigue el trazado del ferrocarril que prestó servicio desde 1885 hasta 1972 comunicando las localidades de Tudela y Tarazona a través del tramo inferior del valle del río Queiles.




Tarazona en una encrucijada de caminos entre Aragón, Navarra, Castilla y La Rioja. Habitada desde antiguo, en época romana llego a acuñar moneda propia. Fue baluarte visigodo contra los vascones; durante su época musulmana llego a tener su propia Escuela de Traductores, constando de mozarabía y judería, aunque no llega a establecerse en ella ninguna enmienda templaria. Abundante en obras mudéjares, destaca la catedral de Nuestra Señora de la Huerta, iniciada en el siglo XII y el templo de Santa María Magdalena, el más antiguo de la ciudad.



Hasta aquí todo ha sido llevadero, primero totalmente llano por la ribera y la vía verde que sube suavemente hacia el Moncayo. Pero pasar de Tarazona y empezar a sufrir todo ha sido uno. Nos entrenamos con fuertes rampas para sibir a Grisel. Seguimos subiendo por las estribaciones del Parque Natural del Moncayo para descender a Vera del Moncayo. Vuelta a subir hasta Alcala del Moncayo. Pero las verdaderas rampas vendrían después, al remontar el el barranco de Valdelinares hasta desembocar en Talamantes.
Por fin el confortable alberge municipal en el que Barbara, cubana de nacimiento y afincada en este pueblo aragonés, nos atiende como estamos poco acostumbrados a que lo hagan. Nos lava la ropa y nos prepara una pantagruélica cena a base de pasta y carne de pavo estofada. Mañana a las ocho estará aquí para prepararnos el desayuno. El albergue, nuevo y totalmente instalado. Catorce camas y dos baños para nosotros solos. ¿Qué más podemos pedir?