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lunes, 24 de septiembre de 2018

Santuario del Saliente 2018




¡Por fin Ángel ha podido comer las migas del Saliente! Es nuestra particular forma de celebrar la Semana Europea de la Movilidad. Han pasado ya cuatro años desde que Matías nos llevo a probar las migas que se hacen en los alrededores de su pueblo; Albox. Él siempre ha sostenido que aunque de aspecto son parecidas en realidad no tienen nada que ver con las que se hacen en Murcia. A Matías lo podemos considerar un entendido en esto de las migas, las elabora con acierto. La verdad, es que yo no soy imparcial, es mi amigo y además me lo como todo, así que no puedo opinar, pero los que entienden más que yo dicen que le salen muy buenas. Para elaborarlas tiene su propia sartén que no se utiliza para ninguna otra cosa, la harina también tiene que ser de una variedad concreta, que suaviza con cierto porcentaje de otras variedades según la textura y el sabor que quiere alcanzar, hay mucha sabiduría detrás de la elaboración de unas “simples” migas. Algo similar pasa con el acompañamiento que puede ser muy variado, incluyendo carne y pescado, verduras y hasta fruta.




Con la excusa de las migas, organizamos una salida hasta el Santuario del Saliente desde Albox. Sobre las ocho de la mañana tomábamos la A-7 en dirección al valle del Almanzora desde Murcia, para sobre las diez y media, después de un buen desayuno, comenzar a pedalear por la carretera que se dirige a Chirivel y que recorre toda la rambla del Saliente. Es un recorrido rambla arriba, con poco desnivel, pero el suficiente para dejarse notar. El sol pega fuerte y junto a la ligera subida hacen que pronto rompamos a sudar. Sumamos kilómetros y metros de desnivel, restando liquido a nuestros cuerpos; situación que nos brinda la excusa ideal para detenernos en el local, en el que luego comeremos, e hidratarnos con unos litros de Alhambra a los que acompañamos prudentemente con unas olivas.



Poco después la carretera se empina un poco más y nos ayuda a sudar el exceso de líquido, acompañada por un sol que sigue cayendo de plano. Matías nos ameniza el recorrido contándonos anécdotas de su infancia cuando recorría estos lugares con ojos inocentes y todo eran nuevas aventuras. De como venía, primero con sus abuelos y después con sus padres a pasar el verano en una finca cercana, incluso en ocasiones lo hacían en el interior del santuario que en aquella época alojaba visitantes en las habitaciones que rodean el patio. De como se bañaba en pozas y balsas que hoy han desaparecido con las aguas entubadas en aras de la modernización. Los apellidos Martínez, López, García…, han desaparecido de las cortijadas sustituidos por otros sin acento, de grafía impronunciable, especialmente de hijos de la Gran Bretaña, que ha decir de las malas lenguas, son felices con la soledad y una botella de ginebra. 



La mala suerte -hacia pocas fechas de la romería- hizo que el restaurante estuviera cerrado por vacaciones, desagradable sorpresa que acelero nuestros regreso. En menos de lo que se tarda en pensarlo estábamos rambla abajo. Si la subida la hicimos por carretera, la bajada será por el lecho arenoso del torrente. En poco tiempo estábamos sentados a la mesa. Empezamos con unos tomates maduros que nos refrescaron y nos supieron a gloria. Poco después corría la cerveza bien fría a la que acompañamos con un poco de soda por aquello de la hidratación. Al poco llegaron las migas; soberbias, rebosantes en su recipiente y decoradas con unas tiras de pimientos verdes fritos. El acompañamiento no tenía desperdicio, unas tiras de tocino bien frito al que acompañaban unas morcillas, también fritas del Taberno, según la señora del local las mejores de la región, elaboradas por el “Tadero”. Yo no sé si serian las mejores, pero estaban riquísimas. También de cerdo una fuente con trozos de hígados frito con ajitos. De contraste, unos boquerones fritos y queso fresco rebozado. Como sabéis, las migas requieren abundante líquido, pero esta parte va a quedar como secreto de sumario, que luego nos exponemos a las críticas insidiosas. Para desengrasar y refrescar, un poco de melón. Unos cafés sirvieron para culminar una comida que recordaremos al menos hasta el año que viene por estas fechas en que pretendemos volver.



Mariano Vicente, 20 de septiembre de 2018 


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sábado, 3 de febrero de 2018

FFCC del Almanzora: Almandricos-Baza



Al tren del Valle del Almanzora se le paró el reloj el 1 de enero de 1985, ese aciago día dejo de funcionar el veterano ferrocarril que articulaba toda la comarca del Almanzora y conectaba el Levante español con Andalucía Oriental. Comenzó a funcionar por tramos, tras concesiones varias y muchas vicisitudes. El primero fue entre Huércal-Overa y Almendricos, que quedó terminado el 10 de abril de 1891. El siguiente fue entre Huércal y Zurgena, inaugurado el 30 de junio de 1892 y en 1893, concretamente el 10 de noviembre, se termino el tramo entre Zurgena y Almanzora (Albox). Hasta Purchena se inaguraría el 11 de junio de 1894. En el 95 serían los tramos de Purchena a Serón, el 17 de septiembre y el 16 de diciembre de Serón a Baza. Fueron construidos por la compañía inglesa que administraba la línea de Lorca a Águilas y que terminaría abarcando hasta Baza: The Great Southern of Spain Railway. En 1907 se termina el tramo Guadix-Baza con lo que quedó completada esta infraestructura comunicando Almendricos con Granada a través del Valle del Almanzora, este último tramo construido por The Granada Railway y explotado por la Compañía del Sur de España.



La vía estaba constituida por carril de 30 kg/m y 8,80 metros de longitud asentados directamente sobre traviesas de madera sujetos con tirafondos y descansando sobre balasto. Los carriles tenían la inscripción: G.S. of S.R. y THENES Ld. 1887. Se construyeron un total de 54 tramos metálicos para salvar las ramblas y escorrentías del recorrido. La velocidad no era muy alta para lo que se usa hoy en dia y estaba autorizada hasta unos, para aquél entonces impresionantes, 40 km/h. El sistema de bloqueo era telefónico y todas las estaciones de la línea Lorca a Baza estuvieron dotadas de sistemas de señalización mecánica, compuesto por señal de disco rojo (parada diferida) y poste de punto protegido (con la señal cerrada obligaba al maquinista a detener el tren sin superarlo), todo ello como señal de entrada, careciendo de señal de salida. En las comunicaciones imperaba el sistema telefónico, al principio en morse y luego de auricular con llamada magnética (Se hacía girar una manivela en el teléfono que inducía la llamada en las colaterales y resto de la línea. Como curiosidad decir que en este tipo de llamada sonaban todos los teléfonos de la línea, por lo que los ferroviarios establecieron un sistema de llamada que consistía en girar la manivela imitando el sistema morse con la inicial de la estación a la que llamaban evitando así que respondieran las demás) [1]



Quizá es deformación profesional pero siempre me han atraído los antiguos trazados ferroviarios en desuso, convertidos en Vías Verdes o no, quizá por su aire misterioso y nostálgico. Tres compañeros de Bicimur, nos proponemos recorrer el viejo trazado que conectaba Murcia con Granada. Partiremos de Almendricos, antiguo nudo ferroviario que se libró del cierre ordenado por el aquel entonces gobierno socialista, gracias a que la Comunidad Autónoma de Murcia, también socialista, se hizo cargo de subvencionar parte del déficit entre Lorca y Águilas. En el año 1984, en Consejo de Ministros de 30 de septiembre, se hace efectiva la cláusula del Contrato Programa entre el Estado y Renfe con el que se pretendían cerrar 3.055 kms declarados como “Altamente deficitarios” entre los que se encontraban Murcia-Granada. Todo ello basado en un estudio que solo ponderaba el factor económico; sin tener en cuenta otras circunstancias como las sociales, geográficas, estratégicas o de inversión de unas líneas largo tiempo abandonadas a su suerte. El tramo de Murcia a Lorca se libró del cierren gracias a la inversión realizada poco tiempo antes en la adquisición de los automotores de la serie 592 que hizo subir la recaudación por viajeros en un 1000/100. La Comunidad Autónoma de Andalucía no se hizo cargo del déficit entre Almendricos y Guadix y la línea se cerró el día 1 de enero de 1985. Desde entonces ha estado abandonada, apoderándose de ella el expolio y vandalismo, salvo casos muy puntuales que el pundonor de los vecinos ha mantenido en condiciones casi aceptables. Otro factor es su conversión en Vías Verdes del que hablaremos más adelante.


Primer día: Almendricos-Olula Del Río


Como hemos comentado con anterioridad nos encontramos en el andén de la estación de Almendricos, hoy convertida en apeadero. El reloj aun esta y marca bien la hora, la campana y todos los demás elementos asociados indefectiblemente a las viejas estaciones ferroviarias han desaparecido. Ahora, un adminículo que se abre unos minutos antes de la llegada del tren y se cierra tras su paso con una persiana deslizante, encierra una máquina expendedora de billetes en pleno andén que solo admite tarjetas de credito. Unas fotos y los tres miembros de la expedición; Matías, Antonio y yo mismo, nos ponemos en marcha. Lo hacemos por un camino adyacente al andén en sentido Águilas pues la antigua plataforma; enfrente nuestro, está en estos momentos impracticable. Pronto será un tramo de Vía Verde que unirá esta estación con el ya realizado hasta Huércal-Olvera que pretendemos seguir.



El camino discurre paralelo al viejo trazado, ahora en reparación, de pedalear relativamente cómodo y que no presenta demasiadas dificultades, ni de piso ni de orientación. más adelante desaparece e intentamos utilizar la propia plataforma del ferrocarril, pero resulta muy duro y cansado pedalear sobre la piedra suelta. ¡Maldito Google Earth! Este programa interpreta como camino estas infraestructuras, y realmente se puede circular sobre ella, siempre que lleves un vehículo todo terreno o un tractor. Nos salimos en el primer camino que encontramos, Antonio con su particular filosofía nos emplaza a seguir por la izquierda que parece más cómodo, por la derecha está el Cabezo de las Norias y nos obligara subir, así que nos vamos a la izquierda hasta enlazar con el ramal de Lorca del Trasvase Tajo-Segura para terminar dando un gran rodeo hasta recuperar la plataforma del ferrocarril en el puente de la rambla de las Norias, junto a una pequeña área de descanso. Pedaleamos ahora cómodamente por la vía Verde de Huércal-Overa. Es paisaje agrícola, grandes y monótonas extensiones de hortalizas, que apenas separa algun ramblizo. La A-7 se nos ciñe por el norte y la plataforma ferroviaria forma una gran curva hacia el sur para entrar en en la población. Conserva la estación y parte de los edificios, algunas vías y otros elementos ferroviarios. En un jardincillo frente a la fachada se encuentran unas marmitas de cambio y palancas de señales como monumento a ese ferrocarril desaparecido. Unos vecinos nos recomiendan la estación de autobuses para almorzar por cercana y económica. Nosotros de natural agradecidos les hacemos caso y allá nos vamos; ensalada, jamón, queso, oreja a la plancha… y alguna cerveza para hidratar.



Salimos por la Vía Verde y nos damos de bruces con la A-7. Y esto es literal. Un senderillo sube junto a la valla de la autopista para librar el cabezo y baja por unos escalones tallados en el talud hacia la rambla de Guzmaina, pues el camino que bajaba hacia la rambla, por el otro lado del cabezo, ha sido roturado. Ya en la rambla cruzamos bajo la autovía, cauce arriba, para coger el brazo de la izquierda que nos lleva hacia el oeste. El viejo ferrocarril se encuentra a nuestra derecha, discurre por lo alto de los cerros. El camino sigue la rambla, y cruza bajo la plataforma ferroviaria en las inmediaciones de Almajalejo, apeadero que junto con Las Norias dependían de la estación de Huércal-Overa. El pueblo es pequeño, apenas unos pocos vecinos y no vimos ni rastro del apeadero. Creo que mi padre llegó a trabajar aquí de factor. Se continua por la rambla de Almajalejo, aguas abajo, hasta salir del cauce junto al puente de la A-334 en dirección a Baza. Por una carreterilla a nuestra izquierda llegamos a La Alfoquia donde se encuentra al estación de Zurgena.



Forma el río Almanzora un estrecho valle rodeado de áridas y agrestes tierras, reino del esparto y las adelfas. Un verdadero oasis cerrado al Sur por la sierra de los Filabres, con el observatorio astronómico de Calar Alto situado a 2.168 metros de altitud. Por el Norte alza sus picos rojizos las más modesta sierra de las Estancias con el pico del Saliente que supera por poco los 1.500 metros. Zona antaño de migas cortijeras, de gachas o de olla de trigo algunas de las cuales ya hemos probado guiados con acierto por nuestro amigo Matías, natural de Albox, y que nos ha hecho de cicerone en algunas de las descubiertas que hemos realizado por la zona (Puerto de Velefique, Santuario del Saliente, Por tierras andaluzas), pero tampoco le haremos ascos a una buena fritá de conejo o a unas patatas boca abajo. Pero necesitaremos un poco de suerte porque la zona está invadida por los hijos de la Gran Bretaña con muchos de los locales regentados por ellos, así que a dios a las tapas, a ese sosegado disfrute de los placeres de la buena mesa, a la milenaria tradición de la comida andalusí; creo que el “brexit” ha llegado demasiado tarde.



Se continua por la carretera hasta recuperar la vieja plataforma a la altura del barrio del Callejonal. Enfrente, al otro lado del Almanzora, Arboleas; la estación está un poco más adelante en El Germán, en plena curva frente al río. Seguimos pedaleando como podemos, unas veces por la plataforma y otras junto a ella, hasta que se vuelve impracticable. Un poco de campo a través y nos encontramos con el enorme puente de la rambla de Albox, un poco antes de la estación hoy convertida en un centro de la Tercera Edad. No nos podemos entretener, es tarde, solo tomamos un café y nos ponemos en marcha. La tarde está cayendo, un sol rojo y amable juega al escondite entre los picos de las sierras y nos deja desamparados ante la oscuridad, que apenas alivia el brillante arco de una tímida luna creciente. Ya en Cantoria es noche cerrada. Preguntamos y nos dicen que la plataforma está inservible que nos vayamos por carretera, que cojamos la vía de servicio hasta Olula. La información y la oscuridad de la noche nos obligan a decantarnos por la carretera, opción que bajo estas condiciones nos pareció lo más apropiada. Al día siguiente un ciclista de Olula nos dijo que desde Fines se puede utilizar la vieja plataforma y que desde Cantoria hay caminos mucho más interesantes que la carretera. Pero las decisiones se toman en un determinado momento acuciado por las circunstancias y la necesidad y hay que aceptar el resultado, sea el que sea. Todo ha salido bien, estamos en Olula, pero en el pueblo es fiesta; “La Noche de las Carretillas”, y todo esta cerrado. Así, que nos vamos a cenar al Hotel Jardines de la Tejera a la entrada de la población.


Segundo día: Olula del Río-Baza


Tras el desayuno nos ponemos en marcha y recuperamos la plataforma ferroviaria a la salida de la población. La Estación de Olula era compartida con Fines y queda a medio camino entre ambas. Continuamos hacia Purchena llegando a una barriada situada a unos dos kilómetros de la población; distraídos, nos saltamos la estación confundida con el resto de edificios. Antonio, que venia un poco retrasando, nos llamo la atención al alcanzarnos por no haber parado junto a ella. Nos miramos sorprendidos sin llegar a entender muy bien como nos la habíamos saltado. Purchena, la Illipula Magna de los íberos o la Hisn Burxana de los árabes, aparece al otro lado del Almanzora custodiada por el cerro y la ermita de la Virgen del Carmen, donde también se alzaba la antigua alcazaba. Poco más adelante, mientras circulamos por la Vía Verde nos encontramos con un caminante en dirección contraria a la nuestra, nos detenemos y entablamos conversación como corresponde a viajeros educados y se produce la sorpresa; nos conocemos, no en persona pero si a traves de correo electrónico, es Pedro Piñero Crevillén autor del libro: MURCIA en Bicicleta por sus Serranías. Noroeste, Pedanías Altas de Lorca, Río Mula y Sierra Espuña, compuesto por 20 rutas de montaña, de las que he realizado la mayoría.



Forma el río Almanzora numerosos meandros que acogen infinidad huertos y hasta pueblos enteros como Armuña. Tíjola se asienta un poco más adelante a las faldas de Los Cardates. Es la Tágili de los romanos y la Tíxola de Isabel y Fernando, repoblada por murcianos y valencianos; tiene su estación al otro lado del río, por donde discurre hoy la Vía Verde del Almanzora. A la entrada un viejo tractor de maniobras totalmente oxidado nos recibe, la estación y los muelles están acondicionadas como cantina y sala de exposiciones, mantiene bastantes de los elementos característicos del ferrocarril, eso sí, invadida por los ingleses que hasta el nombre de los retretes han cambiado; el de hombres por gentlemen y el de mujeres por ladie. ¿Había algún problema para mantener los letreros ferroviarios originales? Considero que es algo injustificado y totalmente fuera de lugar; fue un ferrocarril construido por ingleses y nunca se les ocurrió poner los letreros en inglés. ¿Acaso no estamos en España?



Llegamos al cargadero de Los Canos, el primero de los dos que dependían de Serón, se embarcaba aquí el mineral procedente del Cable de Cabarga San Miguel. Consta de un gran depósito superior con capacidad para 40.000 toneladas. Dos túneles paralelos permitían la descarga por gravedad sobre los vagones. Su excelente conservación nos permiten hacernos una idea muy completa de su funcionamiento, además conserva las señales de entrada en los dos sentidos. Serón es puerta de salida del valle del Almanzora y de entrada al reino de Granada. Serón es poblado nazarí de caserío apretado, desaparecida la línea recta, las casas entran y salen a su antojo sobre la calle. Casas de paredes abultadas y desplomes imposibles, aleros que se tocan y fachadas encaladas, arremolinadas en caótico orden alrededor el castillo a la sombra de la iglesia de la Asunción. A la entrada nos da la bienvenida el foso de la desaparecida placa donde antaño se daba vuelta a las locomotoras. La estación es un establecimiento de hostelería que proporciona al viejo edificio una nueva vida de la mano del ocio, una forma de uso que puede ayudar a recuperar el patrimonio arquitectónico que de otra manera estaría condenado al abandono y la degradación. Para rentabilizar la extracción del mineral de hierro de la sierra de los Filabres -no hay que olvidar que estos yacimientos eran los más importantes y productivos de Almería-, se intentó en primer lugar sacar el mineral directamente por ferrocarril con un túnel bajo la sierra hacia la capital y su puerto, lo que resultó inviable. Se recurrió entonces a un sistema más práctico y económico, una tupida red de cables aéreos transportaban el mineral en pequeñas vagonetas colgantes desde los yacimientos hasta los cargaderos del ferrocarril, y este procuraba la salida del cargamento hasta el Mediterráneo por el embarcadero del Hornillo en Águilas. El restaurante está cerrado. Desagradable sorpresa pues pensábamos detenernos a almorzar en él. No queda más remedio que continuar, seguir subiendo por la vía verde hacia el El Hijate, en la pedanía de Alcóntar. Dejamos atrás manantiales de aguas termales como Fuenteperica y el Aljibe, ermitas como la de Fuencaliente, ramblas como la del Ramil y el último cargadero de la línea; el Tesorero, hasta acceder a la carretera A-334 y desandar un poco de camino hasta el restaurante Los Marines, donde nos recuperamos de la subida, comimos opíparamente y a un precio inmejorable.



Son más de las 3 de la tarde y nuestro autobús sale a las 5 y aun nos queda una buena tirada; hemos de darnos prisa en llegar a Baza. Nos lanzamos a la carretera hasta alcanzar la plataforma ferroviaria aun con la vieja piedra que sustentaba las traviesas sobre ella. Corremos a buen ritmo por caminos paralelos a la vía, a la que acompaña bajo tierra el trazado de un canal de riego. De pronto una finca y su correspondiente puerta; de hierro, enorme, abierta. Resabiados por experiencias de casos anteriores -no es la primera vez que seguimos un camino entrando en una finca por su puerta principal y hemos tenido que regresar al no encontrar salida-, decidimos darle la vuelta por un camino a la derecha y no perder un tiempo que nos podía resultar precioso. Tras algunas revueltas volvemos a encontrarnos con la vieja plataforma. Entramos ya en Baza por la plataforma ferroviaria transformada en Vía Verde; encontramos a un ciclista, preguntamos por la estación de autobuses y sorprendentemente parece ser el responsable de la Vía Verde. Se mostró muy extrañado de nuestro encuentro con la finca y su puerta abierta. Parece que no hay problema para atravesarla, pero el gato escaldado del agua fría huye. Ya en la estación de autobuses introducimos nuestras bicis en sus bolsas y esperamos impacientes el autobús que nos llevará a Murcia.




Mariano Vicente, finales de enero de 2018



[1] La mayoría de los datos aquí reflejados han sido obtenidos del libro de nuestro compañero y amigo Juan García, durante muchos años Jefe de Estación de Lorca-Sutullena. (Memorias de la línea Férrea “Lorca a Baza” y “Almendricos a Águilas” (Años 1960-1990) J. García López

Vías Verdes. (Vía Verde del Almanzora)


Dentro del Programa de Caminos Naturales que desarrolla el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, se están transformando estas infraestructuras, si bien es verdad que por tramos y algunos quizá demasiado cortos, en Vías Verdes con la intención de incentivar el turismo rural y por ende favorecer el desarrollo socioeconómico de las poblaciones ubicadas en las zonas rurales y recuperando de paso el uso de dominio público para estas infraestructuras, obviando que la mejor manera de desarrollar y potenciar la economía de estas zonas sería la reapertura del ferrocarril, y en nuestro caso, acto que favorecería sobremanera la vertebración de la comarca y de todo el Suroeste Peninsular. Como todo esto es más un sueño que una realidad bienvenido sea este interés por las Vías Verdes dotando de nuevas funcionalidades a estas infraestructuras abandonadas, aunque su realización -a mi modo de ver-, deja mucho que desear, en especial en lo referente a la conservación del patrimonio ferroviario; señales, marmitas de cambio de vía, tomas de agua, grúas y un sin fin de pequeñas infraestructuras aledañas a la propia vía que hicieran recordar a sus usuarios que se trata de un antiguo ferrocarril. Sin embargo parece que el Ministerio y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, que son los encargados de diseñar esta transformación, se olviden sistemáticamente de ese compromiso. Aunque hay que reconocer que en este caso se han respetado muchos de los edificios, dotándolos de nuevas funcionalidades -aquí se puede discrepar cuanto se quiera, pero la verdad es que de no ser así hoy estarían muy deteriorados cuando no destruidos por el vandalismo y la estulticia- y algunas de las dotaciones ferroviarias se encuentran en pie, unas fuera de su ubicación tradicional, pero otras como las señales de entrada de Los Canos en el mismo lugar donde estuvieron siempre.

Guía práctica (22/23 de enero de 2018)



Recorrido por el antiguo ferrocarril del Almanzora entre Almendricos y Baza para comprobar el estado actual de esta infraestructura y las posibilidades de su recorrido en bicicleta.


Primera Jornada: Almendricos - Olula del Río


Tren con salida de Murcia 9.47 h. Llegada a Almendricos 11.10 h

Distancia: 66.8 km

Tiempo en movimiento: 6h 23m

Velocidad media: 10 km/h

Altura mínima: 226 m

Altura Máxima: 475 m

Ascenso: 772 m

Descenso: 615 m

Comida: Estación de autobuses Huércal-Overa

Cena: Hotel Jardines de la Tejera (Olula del Río)

Alojamiento: Ático en Olula del Río (Avenida del Almanzora 5, 4 b, 04860 Olula del Río, España – 657 62 32 82)


Entre Almendricos y Las Norias la plataforma esta impracticable, se puede optar por seguir los caminos al norte de la plataforma, hacia el Cerro de Las Norias o bien por el sur por el canal del trasvase Tajo-Segura. En el primer caso accederemos a la Vía Verde de Huércal-Overa cerca de la población de Las Norias. En El Segundo podemos utilizar la rambla de Las Norias y en el puente acceder a la Vía Verde.


El segundo problema lo encontramos tras pasar Huércal-Overa y toparnos con la A-7. Habrá que descender un sendero con escalones tallados en el talud hasta la rambla de Guzmaina -el camino ha sido roturado- y pasar bajo la autopista, tomaremos el brazo de la izquierda hacia el oeste hasta llegar a Almajalejo. Pasada la población se continua por la rambla de Almajalejo, aguas abajo, hasta salir del cauce junto al puente de la A-334 en dirección a Baza.


El tercer problema serio lo encontramos entre Cantoria y Fines/Olula del Río, desconocemos como se encuentra la plataforma en este tramo, nosotros llegamos ya de noche y utilizamos la carretera.



Segunda Jornada: Olula del Río - Baza


Distancia: 60.60 km

Tiempo en movimiento: 5h 15m

Velocidad media: 12 km/h. Altura mínima: 487 m.

Altura Máxima: 990 m

Ascenso: 682 m

Descenso: 335 m

Comida: Restaurante Los Marines

Salida de Baza en autobús 17.00 h Llegada a Murcia 19.15 h


La Vía Verde del Hierro o del Almanzora se extiende de Olula al cruce con la carretera A-334 cerca del Hijate. A partir de aquí seguiremos caminos paralelos a la plataforma ferroviaria -esta se encuentra impracticable- hasta pasar la rambla, creo que del Baúl, y acceder a la Vía verde de las inmediaciones de Baza hasta la población. Hay informaciones que hablan del Camino Natural del ferrocarril Guadix-Almendricos por El Valle del Almanzora, al menos entre las poblaciones de Baza y Almendricos, pero a día de hoy solo están consolidados desde El Hijate a Olula, y entre la A-7 cerca de Huércal-Overa hasta más allá de Las Norias.



Tramo Baza-Almendricos: Algunos datos


Km. 133,002 Altitud 0872,4 Baza GPS 37°29'16.23" 2°46'41.29"O

Km. 128,117 Altitud 0830,0 Caniles GPS 37°28'2.01"N 2°43'59.50"O

Km. 114,006 Altitud 0971,0 Hijate GPS 37°24'24.17"N 2°36'41.01"O

Km. 101,857 Altitud 0765.0 Serón GPS 37°21'6.61"N 2°31'7.89"O

Km. 098,300 Altitud 0715.1 Los Canos GPS 37°20'32.38"N 2°29'17.30"O

Km. 093,736 Altitud 0661.8 Tíjola GPS 37°21'15.82"N 2°26'30.38"O

Km. 083,542 Altitud 0520.0 Purchena (apd.) GPS 37°21'36.31"N 2°20'27.84"O

Km. 077,870 Altitud 0454.0 Fines-Olula GPS 37°21'30.47"N 2°16'59"O

Km. 068,370 Altitud 0368,8 Cantoria (apd.) 37°21'2.22"N 2°11'20.62"O

Km. 063,236 Altitud 0334,0 Albox 37°20'47.94"N 2° 8'20.53"O

Km. 057,875 Altitud 0295,6 Arboleas (apd.) 37°20'47.08"N 2° 5'5.56"O

Km. 052,708 Altitud 0261,0 Zurgena 37°21'17.16"N 2° 2'37.76"O

Km. 046,003 Altitud 0240,0 Almajalejo (apd.) 37°23'16.13"N 1°59'23.01"O

Km. 041,774 Altitud 0301,0 Huércal Overa 37°24'9.84"N 1°57'2.74"O

Km. 030,640 Altitud 0356,0 Las Norias (apd.) 37°27'9.52"N 1°50'48.58"O

Km. 025,545 Altitud 0334,9 Cargadero Almajalejo (cgd.)

Km. 023,702 Altitud 0332,6 Almendricos 37°28'29.61"N 1°46'46.74"O

Km. 000,000 Altitud 0326,2 Lorca Sutullena 37º 40´19.1 N, 01º 41´47.4 O

* Pk. y Altitudes según el libro "Trenes Cables y Minas de Almería", basadas en los perfiles de línea del Archivo Histórico de Renfe.



Huércal Overa: De la estación dependían dos apeaderos, hoy día desaparecidos, el de Almajalejo en dirección a Zurgena y el de Las Norias en direcció a Almendricos. Contaba tambien con dos puentes metálicos, uno sobre la rambla de Almajalejo y otro sobre la de Guzmaina.

Zurgena: La estructura más importante con la que contaba era el puente de la rambla de Canales.

Arboleas: Contaba con un apeadero.

Cantoria: Contaba con dos estaciones, la de Cantoria y Albox-Almanzora y especialmente el soberbio puente que libra la rambla de Albox colindante con la estación Albox-Almanzora.

Fines/Olula: Contaba con una estación a medio camino entre las dos poblaciones.

Purchena: Contaba con una estación y un túnel en el paraje de Las Cañadicas.

Armuña de Almanzora: Contaba con un puente, el de los Tres Ojos en la rambla de Cela y otros dos metálicos en ramblas de Enmedio y Lúcar.

Tíjola: Contaba, a parte de la estación, con un cargadero en la Algaida donde se embarcaba el mineral de hierro procedente de las minas de Cuevas Negras -Bayarque- y dos puentes de piedra sobre las ramblas de Canales y guanila.

Serón: Ademas de la estación contaba con dos cargaderos; el de los Canos en dirección a Tíjola y el Tesorero en dirección al Hijate. Dos puentes metálicos pertenecian a Serón, el de la rambla de Jauca y el arroyo de los Donatos.

Baza: Había dos estaciones, el Baúl y Baza y un excelso puente metálico con una luz de 33 metros sobre el arroyo del Baúl.

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Mariano Vicente, finales de enero de 2018.

jueves, 25 de agosto de 2016

El Veleta y yo 1


Septiembre se presenta complicado. Al principio todo era un camino de rosas, La Otero, La Retrovisor, Unibike y como colofón; El Veleta. Estos eran mis proyectos para septiembre, completo y difícil de conjugar con el trabajo, pero con muchas posibilidades de éxito. Todo marchaba bien, todo según lo previsto, hasta que la desgracia se cebo conmigo en forma de lumbalgia. Desde finales de julio ando padeciéndola, pero esta última semana ha sido horroroso. Totalmente inutilizado para casi todo, en especial para la bici. Unos pinchazos, pastillas a mogollón y a esperar una pronta mejora que me permita recuperarme y poder cumplir mis objetivos, aunque será difícil, he perdido el 100% de la forma física y solo quedan unos días. La Otero queda casi descartada, pero con la Retrovisor tengo un compromiso ineludible, iré aunque solo sea para hacer acto de presencia y no defraudar a los amigos. Queda el Veleta. 



Mi vieja Conor está casi lista, la he recuperado después de años de abandono. Aquella que me acompañó en mis primeros viajes iniciáticos en el mundo de las rutas con alforjas; rueda de nuevo. Necesitábamos para el estreno un reto importante, pero que no supusiera demasiados días ni una intendencia complicada. Granada está relativamente cerca y el Veleta junto a ella; se convierten así en un magnifico objetivo. Septiembre es el mejor momento, época en la que el tiempo es aún benévolo, 3.000 metros de altura no son ninguna broma.

Ya está casi lista, se ha transformado en una especie de Frankenstein, con viejos retales que me han proporcionado mis amigos; bielas y platos de Paco Bombas, un RX100 de Shimano triple y medidas de 28, 40 y 50 dientes. Antonio Máximo ha proporcionado el sillín; un precioso Ferrari Desing de Selle Italia aún en buen estado, el manillar y las manetas; unas vetustas, pero que funcionan bastante bien, Shimano Ultegra SC 6500 con su Flight-Deck que a pesar de los años, funciona como el primer día. Montadas por mi y partiendo desde cero -es mi primera vez-, unas ruedas con buje Shimano Deore en la trasera y Tiagra en la delantera. Las llantas son unas Mavic A119 y 36 radios de acero inoxidable a tres cruces. Creo, y no es falsa modestia, que me han quedado perfectas. También le he puesto tija y potencia nuevas. De la vieja Conor solo queda el cuadro, la horquilla y los guardabarros. El cambio es nuevo, un Acera que gestiona un casete de 9 coronas -antes llevaba seis-, con un rango que va del 11 al 32. El Pedalier también es nuevo al igual que el desviador, un Dura-Ace de tres platos. Los frenos que llevaba, unos cantilever de Shimano, los he tenido que sustituir porque los plásticos que soportaban los muelles estaban calcinados por el paso del tiempo y saltaron a la primera de cambio, han sido sustituidos por unos Avid Shorty 4 muy utilizados en ciclo-cros. Creo que ya no queda nada salvo el portaequipajes, que también es nuevo y los pedales, unos viejos Cona que ya veremos si conservo.



Ella está lista, el que no lo está, soy yo. ¡Maldita lumbalgia! Quizá influya superar los sesenta y rondar los cien quilos de peso, tener abandonada la bicicleta desde mediados de junio y estar trabajando todo el verano, pero apenas me puedo subir a la bici y cuando lo hago no ando; si me quedaba alguna forma del Triángulo Santo ha desaparecido. Si quiero subir al Veleta tendré que tomármelo en serio; pero que muy en serio. Lo primero la ruta, ¿por dónde? La mala costumbre de construir las autovías sobre las antiguas nacionales hace que en determinados tramos no haya otra alternativa que el arcén. Y me niego, aunque tenga que andar más kilómetros, buscaré otras opciones. 



La primera jornada entre Lorca y Baza presenta dos posibilidades de recorrido totalmente distintos; el primero, en constante subida desde Lorca, se dirige hacia Vélez Blanco y María para tras pasar por Orce llegar a Baza. El segundo por el sur, hacia Albox; es un poco más corto, apenas unos kilómetros, y tiene algo menos de desnivel, por lo que será posiblemente el elegido, aunque probablemente el tráfico sea peor. Los dos rondan los 150 kilómetros por lo que la distancia no será determinante. La cosa se complica entre Baza y Granada. El recorrido natural es por Guadix, pero lo ocupa la A-92 y alternativas hay pocas. En principio solo he visto una que forma una gran ese; se va hacia el norte por la carretera de Pozo Alcon, para al llegar al embalse del Negratín, girar hacia el sur formando un gran arco que atraviesa la autovía pasado Guadix, para girar de nuevo hacia el oeste, hacia las estribaciones de Sierra Nevada entrando en Granada por el sur. Una variante de esta, y que tiene muchas posibilidades, es la que en Huélago, continua hacia el oeste por la A-308 y entra en Granada por el norte, igual distancia pero con algo más de desnivel.



Para la tercera jornada no hay dudas, seguir desde Granada la A-395 hasta su final junto al Veleta. Casi 50 kilómetros de constante subida que ponen a prueba las fuerzas de cualquiera; y en mi caso hasta la paciencia, pues no tendré más remedio que poner "molinillo" prácticamente desde la salida, lo que se hará muy pesado. Pero los retos es lo que tienen, los haces o no, pero no te puedes quedar a medias tintas. Ya os iré contando cómo se desarrollan las cosas.

Mariano Vicente, agosto de 2016.

lunes, 6 de octubre de 2014

Santuario del Saliente





Mi amigo Matías es albojense, del valle del "Surbo"; claro que dicho así, suena poco. Pero es un vocablo que deriva de las palabras latinas "flumen superbum", que viene a ser algo así como "río soberbio" por sus temibles crecidas. Nos lleva a que conozcamos su pueblo, subir al Santuario de La Pequeñica y a comer unas migas; lo mismo me da que sean de harina de trigo o de maíz, pero que lleven abundantes "tajás" -pequeños trozos fritos de costilla, magra y "saúra"- y al ser posible ajos tiernos; tambien fritos y algún rábano para acompañar tampoco estaría mal.





En el valle del Almanzora que conforman la Sierra de los Filabres y las Estancias se encuentra Albox, que en árabe significa "bosque". El Adelantado Mayor de Murcia se la arrebata al reino nazarí en el siglo XV y queda incorporada posteriormente al Marquesado de los Vélez. Tierra de contrastes, de ramblas que arañan tierras magras, de vegas que logran el milagro de hacer fértil el desierto, de altivas sierras que superan los dos mil metros. Este será nuestro punto de salida para visitar el Santuario del Saliente.




Domina la cima del Monte Roel en la Sierra de las Estancias, punto de paso entre el Valle del Almanzora y la comarca de los Vélez, construido en el siglo XVIII, alberga entre sus gruesos muros a la Patrona; La Pequeñica, imagen de gran devoción mariana en toda la zona del Almanzora e importante centro de peregrinación cada ocho de septiembre, día de la Natividad de la Virgen. El nombre completo es el de Nuestra Señora del Buen Retiro de los Desamparados del Saliente, y es una talla de pequeño tamaño, entre la base de la corona y la peana no llega a los sesenta centímetros. Es una talla del siglo XVIII, en madera de sabina y ricamente policromada. Entre sus muros conviven, la ermita, el palacio episcopal y un seminario hoy transformado en hospedería. Me cuenta Matías que era costumbre alquilar algunas de las habitaciones del santuario por las familias de Albox y comarca para pasar el verano y que la tradición popular atribuye tantas puertas y ventanas como días tiene el año.




Nosotros utilizaremos para subir la carretera, bajar lo haremos por la rambla del Saliente. Subida sin dificultad, con una carretera en buen estado, y porcentajes no demasiado acusados creo que no llegan a superar el siete por ciento, con una media inferior al cuatro- y un día sin excesivo calor. Salimos de Albox en dirección al Llano de los Olleres (donde se unen la rambla del Saliente y la de Oria) por un camino asfaltado, bordeando la rambla por su margen derecha. Ya en el caserío tomamos la carretera que bordea la rambla del Saliente  por la ermita del Carmen y Las Pocicas nos lleva al Lugarico y Santa Bárbara, en la diputación del Saliente Bajo. Seguimos la carretera pasando por una serie de cortijadas hasta que cruza la rambla para continuar por su margen izquierdo. 




Almendros, paleras y algún olivo se reparten el cauce. Mientras, la carretera se pega al terreno siguiendo las sinuosidades de la rambla. Los montes, roturados de manera inverosímil hasta la propia cima, han sido plantados de jóvenes almendros. Da miedo pensar que puede pasar si cae una fuerte tormenta. Más cortijadas; del Granero, de los Aceiteros, de los Mateos, se suceden. Al otro lado de la rambla destaca el Peñón de la Chaparra y parece distinguirse un camino que por el collado que la separa de la Piedra del Mediodía trata de subir arriba. Parece de nueva construcción y quizás no sea un camino, pero merecerá la pena investigarlo.




Se ciñe la carretera a la rambla de Los Torteros, tributaria de la del Saliente, comenzando la parte más dura de la subida, unos cuatro kilómetros en que la pendiente en algún punto alcanza el siete por ciento. Nos desviamos en el collado del Saliente hacia el santuario por nuestra derecha bajo el cerro de la Ermita. Visitamos el Santuario y Matías revive sus años infantiles cuando subía con toda la chiquillería del pueblo en romería, o sus vivencias de los veranos pasados con sus padres en el santuario para aliviar las canículas estivales. 




Nos dejamos caer por un camino que alcanza porcentajes que superan el veintiuno por ciento hasta el propio lecho arenoso de la rambla del Saliente, que ya no dejaremos hasta el lugar escogido para comer, el restaurante María del Saliente (Saliente Alto), en la cortijada del Alquiler, en las Tenadas Bajas.
Matías dice que no sabemos comer migas, que el sábado anterior pidió la misma cantidad para tres y no sobro nada, y hoy que somos cuatro y sobra la mitad. Y tiene razón, me llenan demasiado, me harto en seguida. Nos pusieron una buena sartén de migas, en su punto perfecto de hechura y color, acompañadas por unos pimientos secos y fritos que no había probado nunca, la cocinera nos dijo que primero se asaban en el horno y después de quitarles la piel se ponían a secar. Aunque Matías insiste en que son secos y se fríen para servir, sin pasar por el horno. Se completaba el aliño con unos rojos tomates de pera, boquerones, morcilla, tocino y pimientos fritos, estos últimos verdes y sin secar. Cerveza para comenzar y vino para el final, junto a unos sabrosos higos de postre.




Entonados, recuperamos el lecho de este río seco que es la rambla del Saliente, pedaleamos rápido, solo limitados por nuestras fuerzas y la inestabilidad que proporcionaba lo arenoso del piso. Pronto divisamos nuestro destino, el jardín situado en el margen izquierdo de la rambla frente al pueblo de Albox. Solo resta recoger y dirigirnos a Bacares a pernoctar, mañana nos espera el Calar Alto. 



    
Mariano Vicente, septiembre 2014