Segundo día, martes 29 de mayo de 2012
Me despierto y me
acerco a la ventana; el cielo tiene ese color sucio entre el negro de la noche
y la claridad del día. Pan con aceite y buen jamón nos preparan para el inicio
de la jornada, que será dura al principio.
El color del paisaje comienza a cambiar, abandona el negro
de la pizarra por un pardo amarillento tachonado por el verde de los pinos de
repoblación.
Larga bajada entre yesos que despiden reflejos multicolores bajo
los rayos del sol. Aparece Serón de improviso; el caserío apretado, caótico se
arremolina alrededor del castillo, lo rebasa y se impone sobre él, solo por el
lado de la vega se permite un poco de amplitud, las casas entran y salen a cada
paso rompiendo el perfil de la calle. Sus voladizos aleros se estorban unos a
otros, las calles se retuercen ignorando las líneas rectas que ni siquiera
contemplan las propias fachadas con desplomes imposibles y abultadas paredes,
pendientes tan pronunciadas que no se concibe como los vecinos pueden andar por
ellas.
Un vecino me cuenta que cerca de aquí, en el valle de La
Loma, existe una encina milenaria considerada la de mayor porte y una de los de
mayor antigüedad de todos los árboles catalogados hasta la fecha en la
comunidad autónoma andaluza. De unos 16 metros de circunferencia de base y unos
25 de altura, 'La Peana', que así la llaman, es un ejemplar imponente
superviviente del antiguo bosque mediterráneo que cubrió la sierra de los
Filabres.
Salimos de la población bajo el saludo de antiguas
instalaciones ferroviarias. La estación, el muelle, el depósito con el foso de
la desaparecida placa donde antaño daban vuelta a la maquinas, se preparan para
una nueva vida de la mano del ocio, con una nueva forma de uso enfocada al turismo
activo, pronto funcionarán en estas instalaciones locales de hostelería que
ayudarán a recuperar este patrimonio arquitectónico que de otra manera estaría
condenado al abandono y la degradación. Aún queda, como testigos de otra época,
alguna señal avanzada de las que autorizaban la entrada de los trenes a las
estaciones. Este tramo corresponde a la línea férrea de Gadix-Almendricos y
proporcionaba la salida del mineral de
hierro de la Menas hasta el Mediterráneo por el embarcadero del Hornillo en
Águilas.
Pedaleamos por esta recién nacida Vía Verde hasta las
proximidades de El Hijate, pedanía de Alcóntar. Hemos dejado atrás manantiales
de aguas termales como Fuenteperica y el Aljibe, ermitas como la de
Fuencaliente y ramblas como la del Ramil. El sol está alto, conviene detenerse,
descansar e hidratarse convenientemente, la terraza de un restaurante nos dan
la oportunidad y a fe mía que la aprovechamos.
Cantan las cigarras ebrias de sol y tomillo; ellas holgan,
nosotros nos esforzamos…atravesamos ramblas, vías férreas, viejas fabricas
antes de entrar en Baza.
Baza, recorremos apacibles callejuelas moriscas con casas a
balconadas hasta llegar a la catedral situada en la Plaza Mayor, al pie de la
Alcazaba, construida en el siglo XVI sobre la antigua mezquita aljama. Nos
quedamos sin visitar sus importantes Baños Árabes de época almohade (s. XIII),
unos de los más completos del país, conservan en buen estado la sala fría, la
templada y la caliente, el vestíbulo, la sala del horno y la leñera. De Baza
son unas de las piezas escultóricas funerarias más importantes de la cultura
ibérica: su famosa “Dama”; urna funeraria policromada en forma de trono con una
cavidad bajo el brazo derecho en él que se depositan las cenizas, probablemente
de una mujer joven. La otra su “Guerrero”, representando a un guerrero ataviado
con coraza y capa.
El hostal de correcta habitación y mejor cama. El encargado;
también ciclista, con el peligro que
ello entraña de conversaciones interminables y hazañas increíbles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por visitar este blog. Si le apetece puede dejarme su comentario.