miércoles, 15 de julio de 2020

Defensas de Mazarrón



Buenos días don Antonio, me alegro que haya venido usted a visitarme a estos mis dominios, que aunque provisionales, pienso mostrarle a usted si no tiene inconveniente. Quiero centrarme en esta ocasión en las defensas costeras de la bahía de Mazarrón, aunque no será lo único que veamos. Para comenzar tomaremos las bicicletas y por la carretera de Cartagena, la que va por el Cedacero, nos llegaremos a la Punta de la Azohía y podrá usted ver con sus propios ojos su famosa torre. Por el camino, aun a riesgo de hacerme pesado, le iré poniendo en antecedentes de la ajetreada historia de estos lugares.



Corrían las postrimerías del siglo XV, el poder islámico había sido expulsado de la península Ibérica, cosa que no les debió de sentar nada bien púes convirtieron a esta zona en un verdadero campo de batalla naval. Una y otra vez intentaron los musulmanes recuperar algunas de las plazas que la habían sido arrebatadas sin conseguirlo. La guerra trocó entonces en incursiones, saqueos y combates de baja intensidad, una depredación sistemática de personas y bienes en una franja que abarcaba toda la costa desde Valencia a Málaga. Esto provocó la despoblación del litoral, solo quedando en esta zona de la costa lorquina la población minera de Mazarrón, tal era la intensidad de la presión musulmana que a la franja de tierra comprendida entre Cartagena y Almería se le llamaba Berbería y no Castilla.

 

Durante el reinado de Felipe II, una vez sofocadas las revueltas moriscas, ya solo quedaba el enemigo exterior, se hacía necesario volver la vista al litoral y proceder a su fortificación. Para acometer este asunto se encargo en 1570 a los ingenieros italianos Juan Bautista Antonelli y Vespasiano Gonzaga su planificación y lo que tiene usted delante es la consecuencia.

-La verdad es que es una torre bonita, no muy grande, pero que domina muy bien la bahía.

Esta torre de Santa Elena era la primera al poniente de la ciudad de Cartagena, a unas tres leguas tanto por mar como por tierra. En aquellos tiempos, también como hoy, se llamaba de la Asudia, dominando la parte de levante de la ensenada llamada Almazarrón a una distancia de otra al poniente de una 8,735 varas castellanas que  como usted sabe equivale a tres pies castellanos, lo que hoy sería menos de un metro, aproximadamente unos 83 centímetros (0,835905m.) y justo en su mitad se dividían y lo sigue haciendo hoy día, las jurisdicciones de Cartagena y Mazarrón.



Como puede ver la torre está situada, y por seguir con la unidad de medida castellana que usted ya domina, a 79 varas de altura.

-Eso serán unos 65 o 66 metros sobre el nivel del mar si mis cálculos son exactos.

Lo son don Antonio, lo son. Como puede ver su planta es un hexágono y está construida en mampostería trabada con argamasa de cal. La puerta de entrada esta situada a cierta altura, donde termina el primer piso que como puede comprobar es taluzado, pero desconozco si esto representaba alguna mejora defensiva, en su interior se situaba el aljibe. Puede usted comprobar que la puerta está cerrada y por desgracia nos va a impedir su visita.

-Muy típico de un país donde la cultura no es la principal de sus prioridades.

Tendrá usted que fiarse de mi si le digo que el segundo y el tercer cuerpo están comunicados por una escalera de Caracol que lleva hasta la terraza. Estos dos cuerpos están abovedados y cumplían diversas funciones, las principales alojar a los soldados y la munición como usted comprenderá. En la terraza se montaban a barbeta un cañón de a 8, uno de a 4 y otro de a 3.

-Perdone mi ignorancia don Mariano, pero ha utilizado usted una palabra que no atino a discernir su significado: barbeta.

La barbeta es un parapeto de pequeña altura que las piezas tiran sobre él al descubierto y que por su baja altura no protege a los artilleros, supongo que hacerlo así daría facilidad para mover las piezas y probablemente un coste más reducido.



Si le parece a usted don Antonio vamos a regresar a Mazarrón y visitaremos su torre de la Cumbre, del Puerto, Vieja del Cargadero, de Santa Isabel o del Carmen que era su pareja. Ha reparado usted en que todas estas  defensas construidas en el litoral que nos ocupa adoptaron denominaciones religiosas, bien de Cristo, de vírgenes o de diversos santos.

-Probablemente buscaban con estas denominaciones su protección en esa larga guerra librada contra el islam.     



Pero antes, vamos a salirnos de la carretera, justo al final de la población de la Azohía, allí donde la carretera se aleja del mar, nosotros lo seguiremos por un camino a nuestra izquierda que nos llevará lamiendo la arena hasta Isla Plana. Allí podrá usted ver en un espacio muy reducido, los restos de una factoría de cerámica del siglo I y II d. C., otra de salazones, un balneario de finales del XIX y la ermita de Nuestra señora del Carmen.

-La verdad es que circular por la arena se hace algo complicado, pero desde este punto de la playa el conjunto del paseo, los baños de la Marrana y la ermita presentan un aspecto imponente. Pero cuénteme algo de lo que hemos venido a ver, que lleva usted un rato callado.



Ese edificio blanco de carácter religioso que usted ve en la parte más alta de la isla es la iglesia de Nuestra Señora del Carmen y he de reconocer que carezco de información de relevancia sobre ella. De lo que si le puedo hablar, aunque tampoco en profundidad es de los restos romanos que ve usted a su izquierda. Parece que corresponden a varias épocas e industrias, por un lado unos hornos de cerámica especializados en la construcción, tanto de utensilios culinarios como de ladrillos para la construcción. Se han encontrado al menos seis hornos de distintas épocas que abarcan desde el siglo I al II d. C. Por otro lado se han descubierto unas piletas quizá de época altoimperial dedicadas a la salazón de pescado.



Ese edificio tan curioso que usted ve entre el mar y la ermita son los Baños de la Marrana. No crea que son tan antiguos, son de últimos del siglo XIX y principios del XX, construidos  gracias  a  la  labor  de  un  médico  de Mazarrón llamado José Mª Vera García. Si la memoria no me falla se inauguraron al público el 2 de mayo de 1901. Como ve el edificio es de planta rectangular cubierto por una bóveda de cañón. Está cerrado para protegerlo del vandalismo pero hace años lo pude visitar cuando estaba dejado a su aire. Se entraba por la parte de tierra por dos escaleras, una a cada lado, que daban a la bañera comunal central, dedicándose ambos extremos a estancias individuales con bañeras y una pequeña sala para calderas. Unas galerías comunicaban posiblemente con los manantiales termales cercanos como el del Chimborazo, el Cura y el Sargento, hasta se habla de una noria para elevar el agua.         

-Sí, si todo eso esta muy bien y me ha proporcionado una idea bastante completa su estructura y la función que cumplía, pero hay una cosa que es de capital importancia y a la que usted no ha hecho mención; porqué de se llaman de la Marrana.



Tiene usted razón don Antonio, le contaré que hay una leyenda que se remonta a los siglos IX y X que ha dado origen al nombre. Un aldeano de la zona tenía una marrana aquejada de reuma, el pobre animal estaba tan afectado que apenas podía andar. El dueño estaba pensando en sacrificarla cuando un día, la marrana con mucho esfuerzo, se dejo caer hasta la playa revolcándose en la orilla justo en el lugar donde manaban aguas termales. Transcurrió el tiempo y la marrana tomo por costumbre bañarse en el mismo lugar de la playa, lo curioso del hecho es que el animal fue mejorando hasta quedar curado.

-Es posible que tenga usted razón, pero me parece que no cuadran las fechas, en el siglo IX y X erá época musulmana y lo de la cerda no casa mucho con el islam.



Es posible que tanga razón, pero es una cuestión que no nos atañe y la vamos a dejar pasar. Continuaremos don Antonio por la carretera hasta el Puerto de Mazarrón, que atravesaremos completo, quiero mostrarle un curioso local que se encuentra al final del puerto, el Museo Arqueológico y Factoría Romana de Salazones. En una época ya tardía de la antigüedad, allá por los siglo IV-V d. C. El Puerto de Mazarrón constituyó un importante centro económico vinculado a la actividad pesquera y su correspondiente manufactura de salazones. En el lugar donde esta ubicado el museo y una amplia extensión de la zona de poniente de la bahía debió destinarse a estas industrias. Las explotaciones derivadas del pescado debieron tener una importancia estratégica en la época romana pues se han encontrado a lo largo de toda la costa mediterránea, las principales; aquí, en Málaga y en Cadiz. En las piletas del museo se pondrían a macerar los pescados en salmuera, una muy buena forma de conservación y hasta es posible que se elaborara el Garum, esa famosa salsa de la antigüedad a base de vísceras de pescado, las de mayor calidad, solo al alcance de los poderosos. 



Don Antonio, si ha usted le parece bien podemos subir al faro que se encuentra sobre nuestras cabezas, es posible que en su lugar estuviera la que se conoció como torre de la Punta o de la Tesla, de San Alfonso, de San Elifonsso, de San Ildefonso o del Almasarrón. Estaba situada a 65 varas sobre el nivel del mar y como sus congéneres era de forma hexagonal, un solo vano y una pieza artillera de escaso calibre. Esta el momento nadie sabe que paso con ella, desapareció a mediados del siglo XIX sin dejar rastro. 



A un tiro de fusil, según los antiguos entre 606 y 723 varas de la playa, está la torre de la Cumbre, casi no nos costará trabajo llegar a ella púes está situada en un pequeño altozano. Como le he comentado antes, también tenía nombre religioso, de Santa Isabel se llamaba.  Vespasiano Gonzaga comunica a Felipe II el 3-8-1570 que a la torre del Puerto de Almazarrón, se le asignaron cuatro guardas y media culebrina y desde ella se veía: «Las dos partes del puerto y las salinas y el Bol de la Reyna y la Isla Mayor…”. Es posible que la función de esta torre fuera más bien de vigía, ya que es demasiado pequeña y frágil para albergar piezas de artillería, tiene planta circular y cuerpo troncocónico y en su interior dos cuerpos abovedados. Sin embargo, debió tener una gran importancia estratégica, púes controlaba las salinas reales y todo el puerto de levante, punto importante en aquella época donde se hacía el embarque de la manufactura del esparto, sal y almagra “...contribuye al Real Erario más de dos mil pesos al año además de utilizarse demás de tres mil fanegas de sal cada verano cuajadas del agua del mar en las llanuras, y así mismo de los  derechos de otros frutos y efectos que produce el País como son Barrilla, Sosa y Almagra…”. Hoy se encuentra cerrada y no es visitable.



Junto a la costa nos queda que ver la Torre de los Caballos en Bolnuevo. Un poco al interior, la del Molinete y el castillo de los Vélez, que se encuentran en el pueblo de Mazarrón. Para ver la primera solo tendremos que seguir la línea de costa hasta Bolnuevo, pero antes quisiera mostrarle, ya que nos queda de paso, la ermita de la Isla dedicada a Nuestra Señora de la Asunción y un curioso túnel horadado en la roca de la bahía, antigua entrada del agua de mar a las salinas del reino, único vestigio que queda hoy de esa importante industria que tuvo su apogeo en el siglo XX, pero que es posible que estuviera en funcionamiento desde época romana.



Don Antonio, esta rambla que ve es la rambla de las Moreras de luctuoso recuerdo. Como usted ya sabe, el 7 de septiembre de 1989 una incontenible riada desbordó la rambla y se llevó por delante el camping arrastrando a decenas de personas, vehículos, tiendas y caravanas. A pesar de todo, solo fallecieron dos personas, una anciana italiana, cuyo cadáver fue encontrado por unos pescadores y una enfermera cuyo cuerpo fue localizado 20 días más tarde, enterrado en el fango.

-La administración parece que no aprende nunca don Mariano. Hay tiene usted el camping a unos pocos metros de la rambla, se supone que las actuaciones realizadas serán suficientes para prevenir los efectos de futuras riadas. Hay una confianza generalizada en el papel de las infraestructuras de defensa y encauzamiento, en el mantenimiento expedito de cauces y sistemas de desagüe, que además las administraciones suelen presentarse como “soluciones definitivas”, propiciando una sensación de falsa seguridad; al menos es mi opinión, yo no estaría tan tranquilo.



Allí, justo enfrente del camping, por una calle en ligera subida llegaremos a la torre de los Caballos. Probablemente esta torre sustituyo a la propuesta por Antonelli y Gonzaga en el Castellar, se construyo como la mayoría por iniciativa municipal durante el reinado de Felipe II. Como puede ver se trata de una casa fuerte de planta cuadrada y lo que ahora es la ermita de la Purísima Concepción, debió ser el patio inmediato a la torre para almacenamiento de las artes de pesca y alojamiento de la caballería. 

Ya hemos terminado con las defensa de la costa propiamente dichas, ahora Don Antonio, si a usted le parece bien nos podemos acercar hasta Mazarrón y ver su castillo de los Vélez. He de hacerle constar que el tramo de carretera hasta el pueblo es de mucho tráfico, aunque dispone de suficiente arcén y tendremos que esforzarnos en la subida.



Toda la zona de Mazarrón se identificaba con el nombre de Susaña en época musulmana. Quedo despoblada durante la Reconquista y solo con la aparición de la minería del alumbre volvió a poblarse. Surgió un importante núcleo poblacional; Casas de los Alumbres de Almazarrón, dependiente del concejo de Lorca, de dicha jurisdicción se segregaría el año 1564 su sector oriental formando el nuevo municipio de Mazarrón. El marquesado de los Velez y el de Villena, señoríos que se instalan en la zona a partir de la segunda mitad del siglo XV cuando Enrique IV concede el privilegio de explotación de las minas de alumbre a ambos marquesados. En esa época se construye el castillo para dar protección a población que trabaja en las minas y albergar una pequeña guarnición encargada de defender la costa de los ataques berberiscos. 



El castillo, de planta irregular, ocupa una superficie de más de 3000 m², dividiéndose en dos zonas bien diferenciadas: la fortaleza propiamente dicha y el patio de armas. Sus muros tienen un metro de grosor y se apoyan directamente sobre la roca. Esta declarado Bien de Interés Cultural (16 de marzo de 2007). Como puede ver don Antonio, se encuentra muy deteriorado, apenas unos lienzos y no se puede visitar. Nos compensará en parte visitar el pueblo y las iglesias de San Antonio de Padua, junto al ayuntamiento, a los pies del castillo, mandada construir por el Marqués de Los Vélez en el siglo XVI para solaz espiritual de los mineros dependientes de él y la de San Andrés, en este caso la manda construir el Marqués de Villena, se supone que con el mismo fin, también en el siglo XVI. Del templo original se conserva la nave principal en el que destaca su bello artesonado tipo mudéjar. 



Don Antonio, un último esfuerzo para subir a la torre del Molinete y habremos terminado nuestro periplo por las defensas de la bahía de Mazarrón. Como puede ver esta situada a apenas 300 metros del castillo, sobre aquel cerro; del Molinete se llama, fue construida en tiempos de los Reyes Católicos para mejorar la deficiente visión que se tenía desde el castillo debido a su baja altura, como puede ver es de pequeña entidad y cuerpo cilíndrico, pero se tienen buenas vistas de los alrededores.

-Pequeña pero matona y bonita. Una pena, si me permite usted la expresión, que haya tanto “guarro”. Es inconcebible que en un lugar privilegiado como este, rodeado de un parque infantil, con un acceso bien acondicionado, lo hayan convertido unos irresponsables en su basurero particular ¡Tan difícil es llevarse botellas y latas una vez vaciás y recoger la caca de los perros! ¡País!



Ya solo nos queda volver a casa, le voy a proponer regresar por un camino paralelo a un ramblizo tributario de la rambla de las Moreras y que cogeremos junto a la rotonda de la cruz roja, después será la propia rambla la que nos guie y entre invernaderos llegaremos al Puerto sin nada de tráfico. 

Mariano Vicente, en el Puerto de Mazarrón a primeros de julio de 2020

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2 comentarios:

  1. Muy interesante. Las fotos amoliadas conservan eatupensamebte su nitidez. Saludos. Paco Marzal

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  2. amoliadas: palabro inventado que pretende dar a entender que cuando se amplia una foto, se sigue viendo muy nítida

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