domingo, 20 de agosto de 2017

"Guarros" se nos queda corto

 Vía de sercicio A-7 a su paso por Librilla


Creo sinceramente que la palabra guarros se nos queda corta. Unos más que otros pero todos debemos serlo sin excepción, es la única explicación que encuentro para lo que os cuento a continuación. Circulaba el otro día por la vía de servicio de la A-7, entre Librilla y Alhama, cuando observe una gran cantidad de grandes bolsas amarillas alineadas unas a continuación de otras con una separación de unos 10 metros, parecían las cuentas de un gigantesco collar. Eran de Carreteras del Estado y estaban llenas de basura. Imposible que sean desperdicios arrojados a la cuneta, pensé, serán de algún basurero clandestino. Pero cuando pase el vehículo oficial de mantenimiento situado al final de la linea de bolsas me percate de mi error, hasta ese momento no había dirigido mi atención a la cuneta, y eso que paso por allí varias veces al mes, incluso en la semana. Todo tipo de envases se hallaban camuflados entre la maleza de la cuneta, desde latas de cerveza y refrescos a botes de desodorante y de aseo personal, productos de limpieza, envases de yogures, zumos y de cuarenta mil cosas más. Pero que nadie piense que los ciclistas nos libramos, eran demasiados los envases de bebidas energéticas como para que la cosa no vaya con nosotros. No faltaban los envoltorios de barritas o los envases vacíos de glucosa, pero lo que más me llamo la atención fueron las "litronas" vacías. ¿Como es posible que lleguen hasta allí?

Bolsas de basura a lo largo de la A-7. Tramo Librilla-Alhama


A mi regreso pude comprobar como la cuneta del otro lado estaba en las mismas condiciones. Intenté justificar tal cantidad de basura por ser una vía importante, pero no, he ido comprobando otras vías y las locales están igual. No es la primera vez que descubro en algún lugar paradisiaco la estulticia de algunos usuarios que han dejado todo perdido de basura, incluso habiendo papeleras y contenedores cerca. No entiendo como se puede llegar a estos sitios, algunas veces con mucho esfuerzo, y dejar tirado por el suelo la basura. Si como ciclistas podemos llevar todo el peso de un envase energético lleno, mucho más fácil será regresar con él vacío.

 Rastros de embases: barritas, geles, etc. en un conocido tramo (Rebate) muy frecuentado por ciclistas.


No sé si somos así todos los españoles pero creo que pocos se libran, porque en vías de importancia internacional como la A-7 las cunetas a su paso por la Región de Murcia están llenas de basura y no solo la usamos los murcianos. Bien es verdad que en algunos viajes en bici de los que he realizado, constaté -y esto se que va a levantar ampollas- que la suciedad de las cunetas se empezaba a notar más cuanto más al sur, los motivos se me escapan y no creo que las viejas teorías de Montesquieu tengan mucho que ver. (Las necesidades en los diferentes climas han dado origen a los distintos modos de vida, y éstos, a su vez, han dado origen a los diversos tipos de leyes - Montesquieu, 1748). Y no son manías mías, también lo han observado otros compañeros de viaje. Creo que no debemos rasgarnos las vestiduras, culpar al otro o a las autoridades, sino poner todo nuestro empeño en cambiar este tipo de cosas. Nada me gustaría más en un futuro que tener que arrepentirme de mis palabras.

Mariano Vicente, agosto de 2017

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